JESSE OWENS


No se si los admnistradores del foro ejercerán censura, pero voy a contar La historia tantas veces manipulada de que Hitler no quiso saludar a Jesse Owens, que es vomitiva. Un fruto de los lobbys d elos chicos de la trenza, ya saben, que estaban muy enfadados con que Owens reconociese que Hitler , en las Olimpiadas de Berlin en 1936 sí que le saludó ( desde lejos, eso sí, y sin grandes alharacas) sino que además, durate su estancia en la Alemania nazi, en las Olimpíadas del 1936, se le trataba mejor a Owens en Alemania que en su propio país, EEUU de Yanquilandia.
Owens no sólo luchó contra sí mismo y sus rivales, también lo hizo contra el racismo. La historia de Jesse Owens quedó marcada por múltiples discriminaciones leves que recibió en Berlín 1936, sede de los Juegos Olímpicos, y muchísimos más segregado en su propio país. USA.


Pero nunca cesó en encontrar un 'equilibrio de fuerzas' y a través del deporte, un extraordinario atleta que no tuvo la suerte de vivir en los tiempos actuales.
James Cleveland Owens nació en Alabama el 13 de septiembre de 1913. Hijo de una numerosa familia de labradores, mientras era un niño, trabajó como vendedor de periódicos, empleado de una gasolinera y recadista.
A principios de la década de 1920, su familia se unió a la gran emigración negra hacia el norte, afincándose en Cleveland.
Poco a poco fue involucrándose en el atletismo, ya que en su escuela se le conocía por su gran velocidad en eventos deportivos infantiles. Rompió diversas marcas juveniles.
Llegó a las competencias de alto rendimiento y en 1936, año de los Juegos Olímpicos, marcaría un parteaguas en el atletismo.
Bajo la dictadura nazi de Adolf Hitler, quien utilizaba el evento para demostrar al mundo la superioridad de la raza aria, el estadounidense se propuso brillar en la pista del estadio Olímpico de la capital teutona.
Fue el deportista más exitoso de aquella justa veraniega al ganar cuatro medallas de oro en 100 metros 200, salto de longitud y en carrera de relevos 4x100.
El mismo Owens en su biografía cuenta alguno de sus pasajes en Alemania y más preciso, cuando tuvo enfrente ni más ni menos que al dictador alemán.
'Cuando pasé, (Hitler) se levantó, me saludó con la mano y le devolví la señal. Pienso que los reporteros tuvieron mal gusto al criticar al hombre del momento en Alemania', indicó Jesse, quien se sintió complacido por aquel gesto recibido por uno de los hombres más odiados en la historia contemporánea.
Durante su estancia en Alemania, Owens estaba excluido de la ciudadanía bajo la Ley de Ciudadanía del Reich. Aunque, se le permitió viajar y hospedarse en los mismo hoteles que los blancos, lo cual en ese momento no dejaba de ser una ironía, ya que los afroamericanos en los EE.UU. no tenían igualdad de derechos.
Pero quizá donde recibió más maltrato fue de su propio gobierno, encabezado por aquel entonces el presidente Franklin Delano Roosevelt, quien se rehusó recibir a Owens en la Casa Blanca.
El funcionario se encontraba en campaña de reelección y temía las reacciones de los estados del Sur, que eran notoriamente segregacionistas en caso de rendirle honores a Owens.
Ya en el retiro y gracias a sus logros, una calle de Berlín fue llamada con su nombre, al igual que una escuela secundaria en el distrito Lichtenberg.
Nunca dejó de fumar cuando era deportista y ya después en el retiro. Consumió en promedio una cajetilla de tabaco diario durante 35 años.
Esto a la larga le provocó cáncer de pulmón y lo llevó a su descenlace cuando falleció el 31 de marzo de 1980 con 66 años.
En su nombre, fue instituido el premio 'Jesse Owens' en Estados Unidos, además de recibir múltiples homenajes póstumos.
Un legado que dejó huella en el olimpismo y que será recordado por décadas, quizá siglos. Pero más rememorada será su lucha desde las pistas y tolerancia que mostró hacia aquellos que lo veían inferior por el color de su piel.