El ciclista británico Bradley Wiggins, reciente vencedor del Tour de Francia, ha tocado la campana que pone en marcha la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, sobre un escenario que reproduce la campiña inglesa en la hierba del estadio.
Durante 90 minutos, y bajo la dirección de Danny Boyle, la ceremonia ofrecerá, según el presidente del Comité Organizador, Sebastian Coe, una bienvenida "muy británica" a los más de 10 mil deportistas de 204 Comités Olímpicos Nacionales que, hasta el 12 de agosto, participarán en la magna concentración.
El evento comenzó a ritmo trepidante siguiendo por las pantallas gigantes al río Támesis desde su nacimiento en Gloucestershire hasta su llegada a la capital británica, pudiendo observar algunos iconos británicos como las famosas carreras de remo entre las universidades de Cambridge y y Oxford.
Imágenes de cricket o del "London eye", la noria que domina el río emblemático de Londres, completaron el recorrido hasta llegar a una cuenta atrás marcada con luces en las gradas que la gente fue coreando, mientras unos niños hacían explotar globos con cada número de la cuenta.
Llegó entonces una cuenta atrás, con la aparición estelar del último ganador del Tour de francia, Bradley Wiggins, para tocar la campana olímpica, cuyo sonido anuncia más de dos horas de ceremonia para inaugurar los Juegos de Londres.
"Londres está listo" para el mayor evento deportivo, había asegurado el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, horas antes de la apertura oficial de los Juegos.
El único peligro para la función podría ser la lluvia que ha aparecido de forma intermitente y podría deslucir el evento.
La ceremonia, inspirada en la cultura británica, será sorprendente, aunque sin llegar a los excesos espectaculares que exhibieron los chinos hace cuatro años en Pekín.
"No se puede hacer un espéctaculo mayor que el que se hizo en Pekín", dijo Boyle.
Con información de AP y EFE
Durante 90 minutos, y bajo la dirección de Danny Boyle, la ceremonia ofrecerá, según el presidente del Comité Organizador, Sebastian Coe, una bienvenida "muy británica" a los más de 10 mil deportistas de 204 Comités Olímpicos Nacionales que, hasta el 12 de agosto, participarán en la magna concentración.
El evento comenzó a ritmo trepidante siguiendo por las pantallas gigantes al río Támesis desde su nacimiento en Gloucestershire hasta su llegada a la capital británica, pudiendo observar algunos iconos británicos como las famosas carreras de remo entre las universidades de Cambridge y y Oxford.
Imágenes de cricket o del "London eye", la noria que domina el río emblemático de Londres, completaron el recorrido hasta llegar a una cuenta atrás marcada con luces en las gradas que la gente fue coreando, mientras unos niños hacían explotar globos con cada número de la cuenta.
Llegó entonces una cuenta atrás, con la aparición estelar del último ganador del Tour de francia, Bradley Wiggins, para tocar la campana olímpica, cuyo sonido anuncia más de dos horas de ceremonia para inaugurar los Juegos de Londres.
"Londres está listo" para el mayor evento deportivo, había asegurado el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, horas antes de la apertura oficial de los Juegos.
El único peligro para la función podría ser la lluvia que ha aparecido de forma intermitente y podría deslucir el evento.
La ceremonia, inspirada en la cultura británica, será sorprendente, aunque sin llegar a los excesos espectaculares que exhibieron los chinos hace cuatro años en Pekín.
"No se puede hacer un espéctaculo mayor que el que se hizo en Pekín", dijo Boyle.
Con información de AP y EFE