Grande Brasil, como la propia dimensión de su territorio, con el sello plateado de Thiago Pereira en los 400 combinados de la natación olímpica, marcados por la decepción de Michael Phelps y el trono de Ryan Lochte.
Un inicio en Londres-2012 por encima de los pronósticos, con el oro para Sarah Menezes (48 kilos), el bronce de Felipe Kitadai (60), ambos en judo, y ahora la sorpresa de Pereira, quien en la modalidad de braza pudo acceder al segundo lugar que no perdió más.
Es increíble, lograr medalla en una competencia que se suponía iba a plantear el duelo entre Lochte y Phelps, además de otras figuras como el sudafricano Le Clos y el australiano Fraser-Holmes, declaró a periodistas en la zona mixta del Acuatic Centre.
Lochte (Estados Unidos) marcó 4,05,16 minutos, Pereira 4,08,86 y el japonés Kosuke Hagino se hizo del bronce con 4,08,94, mientras Phelps (EEUU) debió conformarse con el cuarto escaño (4,09,26, lejos de su plusmarca del orbe y olímpica de 4,03,84).
Lo dije en la mañana, mi crono era bochornoso, estuve mal, quiero dejar esto atrás y seguir adelante, admitió visiblemente contrariado el tritón norteamericano que ganó ocho títulos en Beijing-2008 y superó la hazaña de su compatriota Mark Spitz.
Junto Lochte y Hagino, el brasileño se dio el placer de pasearse por la instalación luego de la ceremonia de premiación, conteniendo lágrimas de emoción y al mismo tiempo feliz. Que honor, que orgullo, por fin mi sueño cumplido, destacó.
Super Thiago, como lo llaman, participó en los Juegos Olímpicos de Atenas-2004 y Beijing-2008 sin alcanzar el podio.
Algunos comentaristas opinaron que mis seis títulos en los Panamericanos de Guadalajara eran una buena señal aunque el reto olímpico era la prueba de fuego. Bueno ya está, he cumplido, argumentó.
Una velada palpitante en la cual la ondina china Shiwen Ye puso cifras definitivas y el primer récord mundial de la natación en los 400 metros estilos con 4,28,43, para quebra la primacía de la australiana Stephanie Rice (4,29,45), la campeona destronada.
China apenas calienta los motores y estuvo impecable en la reina de las disciplinas acuáticas. Oro de Shiwan, y bronce de Xuanxi Li detrás de la estadounidense Elizabeth Beisel; y presea aurea en 400 libres varones de Yang Sun, con primado olímpico.
Un inicio en Londres-2012 por encima de los pronósticos, con el oro para Sarah Menezes (48 kilos), el bronce de Felipe Kitadai (60), ambos en judo, y ahora la sorpresa de Pereira, quien en la modalidad de braza pudo acceder al segundo lugar que no perdió más.
Es increíble, lograr medalla en una competencia que se suponía iba a plantear el duelo entre Lochte y Phelps, además de otras figuras como el sudafricano Le Clos y el australiano Fraser-Holmes, declaró a periodistas en la zona mixta del Acuatic Centre.
Lochte (Estados Unidos) marcó 4,05,16 minutos, Pereira 4,08,86 y el japonés Kosuke Hagino se hizo del bronce con 4,08,94, mientras Phelps (EEUU) debió conformarse con el cuarto escaño (4,09,26, lejos de su plusmarca del orbe y olímpica de 4,03,84).
Lo dije en la mañana, mi crono era bochornoso, estuve mal, quiero dejar esto atrás y seguir adelante, admitió visiblemente contrariado el tritón norteamericano que ganó ocho títulos en Beijing-2008 y superó la hazaña de su compatriota Mark Spitz.
Junto Lochte y Hagino, el brasileño se dio el placer de pasearse por la instalación luego de la ceremonia de premiación, conteniendo lágrimas de emoción y al mismo tiempo feliz. Que honor, que orgullo, por fin mi sueño cumplido, destacó.
Super Thiago, como lo llaman, participó en los Juegos Olímpicos de Atenas-2004 y Beijing-2008 sin alcanzar el podio.
Algunos comentaristas opinaron que mis seis títulos en los Panamericanos de Guadalajara eran una buena señal aunque el reto olímpico era la prueba de fuego. Bueno ya está, he cumplido, argumentó.
Una velada palpitante en la cual la ondina china Shiwen Ye puso cifras definitivas y el primer récord mundial de la natación en los 400 metros estilos con 4,28,43, para quebra la primacía de la australiana Stephanie Rice (4,29,45), la campeona destronada.
China apenas calienta los motores y estuvo impecable en la reina de las disciplinas acuáticas. Oro de Shiwan, y bronce de Xuanxi Li detrás de la estadounidense Elizabeth Beisel; y presea aurea en 400 libres varones de Yang Sun, con primado olímpico.