La selección brasileña de fútbol viaja hoy a Londres, con el objetivo de conquistar el inédito oro olímpico para el gigante suramericano, máximo ganador de títulos mundiales, pero sin una estrella en el torneo de los cinco aros.
Para cronistas y analistas deportivos brasileños, los Juegos Olímpicos de Londres, a efectuarse del 27 próximo al 12 de agosto, revisten importancia fundamental en las aspiraciones de la selección nacional para la Copa del Mundo-2014, de la cual Brasil será el anfitrión.
Tal vez por ello, los ojos de la Confederación Brasileña de Fútbol estarán centrados en los resultados de los 18 jugadores (tres de ellos mayores de 23 años) y en la labor del técnico Mano Menezes. Un fracaso olímpico podría significar la salida temprana del entrenador principal.
Asimismo, el brasileño común se une a los cronistas y autoridades nacionales de la disciplina, quienes desean que su astro Neymar da Silva Santos Junior sobresalga en el exterior, como lo hace en su club Santos, desempeño que lo ha llevado a la cima del deporte brasileño y ser de una de las futuras estrellas del fútbol mundial.
En los últimos topes amistosos de la canarinha ante México y Argentina, Neymar estuvo desacertado y más preocupado con la fuerte marcación rival que con desarrollar su habitual juego, ese que requiere su selección para conseguir el inédito oro olímpico.
También para afincar a Mano Menezes en la conducción de la selección nacional para la Copa del Mundo-2014 y levantar el ánimo de la afición brasileña, un tanto decepcionada con la labor de su equipo en los mencionados desafíos amistosos, al punto de estimar que de esa forma no llegará el sexto título mundial.
Como anfitrión de la cita fubtolística de 2014, Brasil quiere regalarle a sus hinchas la ansiada sexta copa mundial, mantener al gigante suramericano como el máximo ganador de títulos del planeta y llevarlo a la cima de este deporte, donde ahora ocupa el nada envidiable, y si muy pobre, onceno lugar.
Para cronistas y analistas deportivos brasileños, los Juegos Olímpicos de Londres, a efectuarse del 27 próximo al 12 de agosto, revisten importancia fundamental en las aspiraciones de la selección nacional para la Copa del Mundo-2014, de la cual Brasil será el anfitrión.
Tal vez por ello, los ojos de la Confederación Brasileña de Fútbol estarán centrados en los resultados de los 18 jugadores (tres de ellos mayores de 23 años) y en la labor del técnico Mano Menezes. Un fracaso olímpico podría significar la salida temprana del entrenador principal.
Asimismo, el brasileño común se une a los cronistas y autoridades nacionales de la disciplina, quienes desean que su astro Neymar da Silva Santos Junior sobresalga en el exterior, como lo hace en su club Santos, desempeño que lo ha llevado a la cima del deporte brasileño y ser de una de las futuras estrellas del fútbol mundial.
En los últimos topes amistosos de la canarinha ante México y Argentina, Neymar estuvo desacertado y más preocupado con la fuerte marcación rival que con desarrollar su habitual juego, ese que requiere su selección para conseguir el inédito oro olímpico.
También para afincar a Mano Menezes en la conducción de la selección nacional para la Copa del Mundo-2014 y levantar el ánimo de la afición brasileña, un tanto decepcionada con la labor de su equipo en los mencionados desafíos amistosos, al punto de estimar que de esa forma no llegará el sexto título mundial.
Como anfitrión de la cita fubtolística de 2014, Brasil quiere regalarle a sus hinchas la ansiada sexta copa mundial, mantener al gigante suramericano como el máximo ganador de títulos del planeta y llevarlo a la cima de este deporte, donde ahora ocupa el nada envidiable, y si muy pobre, onceno lugar.
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