Según apuntan varios medios, Samuel Ernest logró vender entradas falsas por un valor de 50.000 libras en los pasados Juegos Olímpicos de Londres, por lo que la justicia ha dictado sentencia de cárcel al quedar demostrada la estafa. El fraude, que incluía subastas benéficas de entradas por valor de más de 8.000 libras, se extendía también a otras competiciones de fútbol como la Champions League de fútbol.
Su método se basaba en establecer inicialmente una amistad con las víctimas escogidas, muchas de ellas sin domicilio fijo que visitaban Londres con motivo de los JJOO, para más tarde utilizar una falsa red de contactos que era la que iba a conseguir las entradas para la cita deportiva.
Dichas entradas resultaban ser, en el mejor de los casos, falsas ya que incluso en ocasiones los boletos ni siquiera existían, dejando a las víctimas de la estafa totalmente desamparadas y sin su dinero. Algunas de ellas disponían de alojamiento en Londres al desconocer que iban a ser objeto de este engaño.
En total, a Samuel Ernest se le imputan un total de 17 cargos por fraude, por lo que la justicia ha dictaminado una condena de cuatro años y medio de cárcel que el estafador "profesional", según la propia policía, ya ha empezado a cumplir.
Su método se basaba en establecer inicialmente una amistad con las víctimas escogidas, muchas de ellas sin domicilio fijo que visitaban Londres con motivo de los JJOO, para más tarde utilizar una falsa red de contactos que era la que iba a conseguir las entradas para la cita deportiva.
Dichas entradas resultaban ser, en el mejor de los casos, falsas ya que incluso en ocasiones los boletos ni siquiera existían, dejando a las víctimas de la estafa totalmente desamparadas y sin su dinero. Algunas de ellas disponían de alojamiento en Londres al desconocer que iban a ser objeto de este engaño.
En total, a Samuel Ernest se le imputan un total de 17 cargos por fraude, por lo que la justicia ha dictaminado una condena de cuatro años y medio de cárcel que el estafador "profesional", según la propia policía, ya ha empezado a cumplir.