Es cierto: la imagen amenazante del monarca olímpico y doble titular global, el chino Shiming Zou, inquieta al minimosca cubano Yosbany Veitía, pero no se puede negar su ímpetu en el debut bajo los cinco aros de Londres.
El bisoño de apenas 20 años cumplió con creces los pronósticos precompetencia en la apertura de los 49 kilos ante el australiano Billy Ward, quien solo atinó a abrazar al representante criollo tras recibir una soberana paliza que concluyó 26-4.
Incisivo, veloz, escurridizo y efectivo sobre el cuadrilátero lució el antillano, segundo en pasear triunfante el estilo de la escuela cubana de boxeo por la Arena ExCell de Londres.
Eso sí, desde ya Veitía debe poner cinco sentidos e incluso apelar a un sexto para la próxima prueba, que puede constituir, tal vez, la más exigente de su corta carrera hasta el momento.
El palmarés del púgil asiático es impresionante, amparado en un dominio incontestable en la menor de las divisiones. Veitía ya sabe a qué atenerse.
El bisoño de apenas 20 años cumplió con creces los pronósticos precompetencia en la apertura de los 49 kilos ante el australiano Billy Ward, quien solo atinó a abrazar al representante criollo tras recibir una soberana paliza que concluyó 26-4.
Incisivo, veloz, escurridizo y efectivo sobre el cuadrilátero lució el antillano, segundo en pasear triunfante el estilo de la escuela cubana de boxeo por la Arena ExCell de Londres.
Eso sí, desde ya Veitía debe poner cinco sentidos e incluso apelar a un sexto para la próxima prueba, que puede constituir, tal vez, la más exigente de su corta carrera hasta el momento.
El palmarés del púgil asiático es impresionante, amparado en un dominio incontestable en la menor de las divisiones. Veitía ya sabe a qué atenerse.